Meditar puede parecer muy sencillo, pero a muchas personas nos puede resultar bastante difícil. Veamos cuáles pueden ser esas razones por las que se te dificulta meditar.
¿Te cuesta trabajo meditar? Si contestaste que sí... ¡Bienvenida/o al club! Nos pasa a más de los que crees, pero casi nadie habla de eso. Así que llegó el momento de hacerlo, checa algunas de las razones por las que se te dificulta meditar.
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Porque nadie te ha explicado qué es la meditación
Para nadie será sencillo meditar si no le han explicado qué es y cómo se hace. Así que aquí acabaremos con esa duda:
Meditar es un ejercicio mental con el que, a través de la atención, entrenamos nuestra mente para llevarla a un estado de paz, calma y serenidad interior, con el objetivo de lograr la autoconsciencia, explica la experta en mindfulness Úrsula Calvo.
¿Cómo se hace?
Sigue los pasos que aquí se te mencionan: ¿Qué Necesito Para Meditar Por Primera Vez?.
Eso sí, debes tomar mucho en cuenta que meditar no se trata de poner la mente en blanco, sino de poder ver y escuchar todos tus pensamientos, sentimientos y emociones, prestarles atención, pero dejarlos pasar, no clavarte en ellos, solo reconocerlos y dejarlos ir.
Así que ahora que sabes que meditar NO es poner la mente en blanco y que se trata de un ejercicio que se necesita practicar una y otra vez, no te presiones. Esa justo es la segunda razón por la que se te dificulta...
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Porque te exiges demasiado
Como lo mencionamos arriba, la meditación es un ejercicio mental, así que para lograrlo hay que practicarlo, y muchos de nosotros queremos que nos salga a la primera y no es así, es un proceso. Tampoco se trata de que tienes que llegar a un punto exacto, solo se trata de llegar a ese punto donde puedes sentir los cambios que están llegando a tu vida gracias a la meditación. Así que no exijas demasiado, ten calma, ten compasión contigo mismo/a.
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Porque te da miedo conocerte
El objetivo principal de la meditación es conocernos profundamente y aceptarnos tal cual como somos, incluyendo esas partes de nosotros mismos que no nos gustan tanto. Y vaya que reconocer nuestros pensamientos, emociones y conductas no es sencillo porque hay cosas que simplemente nos aterran.
Pero es ahí donde viene la magia de la meditación, ya que al poder observar y analizar sin juicio cada parte de nosotros, nos llevará a la compasión y al perdón, y progresivamente al camino de la felicidad.
No es fácil, pero es liberador, ¡inténtalo!
Ahora que conoces algunas de las razones por las que te cuesta meditar, te invitamos a ser paciente y comprensivo contigo mismo. Ayúdate con nuestras meditaciones guiadas, Rosario Vicencio te llevará a un viaje interno en cada episodio. Abre tu corazón y di: Sí Medito.