Mindfulness es una manera de meditación enfocada en el aquí y el ahora, en la aceptación del presente sin juicio; utilízala para combatir la ansiedad. En Sí Medito te decimos cómo.
Ayúdate del mindfulness para combatir la ansiedad, es muy sencillo y efectivo, no te tomará mucho tiempo y hará un gran cambio en tu vida, solo tienes que confiar, fluir y realizar estos ejercicios que te sugerimos.
Empecemos con lo básico...
¿Qué es mindfulness?
El mindfulness es una práctica basada en la meditación, es decir, en el entrenamiento de la mente; se enfoca en llevar nuestra atención al presente, de manera consciente, abierta y plena.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es la angustia que sentimos por el miedo y la preocupación de pensar en el futuro; nos puede consumir física y mentalmente, y definitivamente puede afectar la vida diaria.
¿Cómo me ayuda el mindfulness a combatir la ansiedad?
Llevando tu mente a un estado donde estés con consciencia plena del presente; o sea: adiós a cualquier pensamiento ajeno a lo que sientes en ese mismo momento.
¿Cómo se practica?
- Escoge un lugar cómodo, donde te sientas segura, acomódate confortablemente.
- Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración; aspira y exhala por la nariz, siente el aire entrar y tocar tus fosas nasales; puedes contarlas o cambiar el ritmo, hacerlas más profunda, déjate llevar por la sensación de ese momento.
- Empieza a sentir y recorrer tu cuerpo, desde la punta de los dedos gordos, hasta la coronilla; dale un momento a cada espacio de tu cuerpo; escúchalo y date permiso de sentir todas y cada una de las sensaciones que recorren tu cuerpo, sin juzgarlas.
- Piensa en la ansiedad y pregúntate: ¿qué siento físicamente en un episodio de ansiedad? ¿en qué parte de mi cuerpo? ¿cómo son las sensaciones que tengo en ese momento?
- Ahora, dale forma a la ansiedad, a todas esas emociones que identificaste y déjalas ir; imagina cómo se van volando, como se alejan de ti, poco a poco, manténte consciente de ello; cuando un pensamiento negativo se atraviese, déjalo ir, como lo hiciste antes, como si solo fuera una nube pasando, tú decides a qué velocidad.
- Cuando te sientas satisfecha con el ejercicio y quieras darlo por terminado, solo concéntrate en tu respiración nuevamente, estírate un poco y cuando sientas que estás lista, abre los ojos.
Termina agradeciéndote por permitirte ese momento de demostración de amor propio y valentía.
¿Lista para cambiar tu vida?
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